lunes, 22 de diciembre de 2008
sábado, 8 de noviembre de 2008
País
jueves, 30 de octubre de 2008
Petróleo
Nunca más volverá a ser barato y abundante. Tal vez siempre haya. El problema es que será muy costoso sacarlo. Además, será muy contaminante, frente a otras alternativas de energía. Mientras algunos expertos señalan que para 2015 se alcanzará el máximo nivel de producción, otros arguyen que esa producción −90 millones de barriles por día− puede mantenerse alrededor de 30 años. Para México, las reservas probadas tienen una vida esperada menor a 10 años, con respecto a los niveles actuales de explotación. Eso significa que tenemos tiempo (¿?). Poco, pero al fin tiempo. Al ritmo que avanza actualmente la tecnología, es preciso que las energías renovables vayan ganando espacio a las fósiles, aunque estas alternas tampoco se salvan de la utilización del oro negro. El biodiesel y la biomasa dependen del petróleo (siembra, riego, cosecha y transporte). Caso similar el del hidrógeno. Ya veremos qué sucede con la mega crisis financiera que el planeta comienza a padecer. Lo cierto es que es muy probable que el paradigma energético/consumo esté por cambiar. Igualmente debe ocurrir en las formas de producción plástica y química, así como en la utilización de derivados del petróleo para el transporte. ¿Qué pasará en el mundo cuando las reservas lleguen a su máximo punto? Algunos países todavía tienen la capacidad de aumentarla, cuando muchos otros ya la han alcanzado. México lo muestra ya. Cantarell decae, pero pueden encontrarse más yacimientos, aunque significativamente más pequeños. Sumemos que hay países que no dan cifras verdaderas. Lo cierto es que mientras se explora o se espera, la adicción petrolífera de los gobiernos mexicanos debe reducirse. ¿Es solución viable reducir la economía? ¿Utilizar menos dinero, reasignar prioridades, recortar gastos? Con la moda de políticas anticíclicas y el regreso del espíritu keynesiano, se ve difícil. Cuando la producción mundial de crudo llegue a su máximo y las reservas comiencen a declinar se sacudirán las economías nacionales y habrá un monumental plan de emergencia. Pánico e incertidumbre rondarán por todo el mundo. Las crisis generan oportunidades y propician soluciones radicales. No hay que perder de vista el tema del calentamiento global. Es obligación humana emitir menos gases y ello supone un menor uso de combustible que en la actualidad. Globalmente, conviene. Domésticamente también. El gran asunto es la transición. ¿Qué hará el gobierno mexicano cuando deje de recibir el 40% de lo que gasta? ¿Nos llenaremos de plantas nucleares para generar electricidad?
sábado, 25 de octubre de 2008
miércoles, 22 de octubre de 2008
Los nuevos referees
viernes, 17 de octubre de 2008
Lo más pinche de la política
¿Qué es lo más pinche que has hecho en tu vida? No es necesario buscarle tanto. No tienes que cerrar los ojos, meditar o hacer un gran esfuerzo para obtener la respuesta. Sin caer en atrocidades como herir, matar, violar o secuestrar −que escalan el nivel de brutalidad y malicia humana− probablemente sean robos, engaños, mentiras o descuidos, las faltas más recurrentes y confesables de una persona promedio.
La política tiene una serie de recompensas y los políticos las cosechan tarde que temprano. Detentar el poder, tener información privilegiada, ser respetable y conocido, establecer contactos y hacer negocios. Todo ello sirviendo a la gente, trabajando −como su encargo lo establece− para bien de la sociedad. Pero esto de la política también saca a relucir lo peorcito de quienes la ejercen profesionalmente. En los próximos comicios electorales, todo candidato aludirá a su propia capacidad personal para ocupar el cargo por el que contiende. En equipo con los demás postulantes de sus mismas siglas, pretenderán constituir una atractiva fama en torno al partido que abanderan y la plataforma ideológica que éste promueve. Prometerán crear empleos, ofrecerán una mejor calidad de vida, o mayor seguridad. En fin, perfeccionar la gestión anterior. Pretenderán que les creamos, que confiemos en ellos. Pero hay algo que quizás no tienen presente: el pasado.
Es el tiempo pasado lo que nos mantiene críticos y nos permite no ser ingenuos. El historial de estos hombres y mujeres que suplicarán por nuestro voto está bien presente en nuestra memoria. Sabemos de las componendas y triquiñuelas de partidos políticos, personajes públicos e instituciones por igual. Estamos conscientes de lo que son capaces de hacer en momentos específicos. La historia se repite y los individuos actúan según su experiencia. Hemos sido testigos de fraudes electorales y estafas económicas, sobornos, nepotismo, robo, abuso de autoridad, extorsión, espionaje, represión, desapariciones y tráfico de influencias. Al fin todos delitos, al fin todos impunes.
¿Son entonces estas prácticas comunes ya institucionalizadas lo más deleznable del poder? ¿O son los políticos −quienes llevan a la práctica este tipo de reglas no escritas− los últimos responsables de que esto no se repita? “Así es el sistema”, o “el que no tranza no avanza”, soltarán inconscientemente varios. No basta con desmarcarse de grupos, corrientes y hasta padrinazgos en tiempos electorales. Es la rendición de cuentas la que no transita del discurso y las buenas intenciones a la realidad. Y es todavía más complicado cuando los que han incurrido en una serie de irregularidades ya han tejido su red de protección. ¿Qué se sentirá ser parte de lo más pinche de la política?
miércoles, 15 de octubre de 2008
Loca Academia
La agencia anti crimen de la Organización de las Naciones Unidas e Interpol construirán una academia que enseñe a funcionarios gubernamentales y de la policía técnicas que ayuden a erradicar la corrupción.
Ya aprovechando el viaje, que les hagan estudios que determinen si su perfil psicológico y salud mental son adecuados para ocupar un puesto en labores de seguridad, procuración de justicia o investigación.
¿Qué tipo de funcionarios acudirán a instruirse en semejantes saberes? ¿Quiénes tomarán el curso anticorrupción? ¿Los corruptazos, colmilludos e impunes inmorales involucrados en todo tipo de componendas, o los grandes funcionarios que presumen pulcritud, honestidad y profesionalismo?
Paréntesis: (Habría que haber mandado a una academia antiimpunidad a grandes corruptos de la historia mexicana reciente. En mi lista está Gordillo y Romero Deschamps; Ponce y Bejarano; Sahagún y Mouriño; ah! y el Niño Verde con todo y Kawaghi.)
Me imagino a los procuradores, secretarios y subsecretarios de seguridad, y mandos altos y medios de los cuerpos policiacos, en los alrededores de Viena (ahí abrirán la academia a finales de 2009), repitiendo "No seré mafioso, eso es muy penoso".
martes, 14 de octubre de 2008
Corrupto
sábado, 16 de agosto de 2008
México en ruinas
Ante la catastrófica situación de inseguridad que sufre el grueso de la sociedad mexicana, es pertinente realizar un análisis perspectivo sobre las elecciones federales que dentro de 323 días marcarán el destino político de las grandes fuerzas partidistas e ideológicas del país. Si bien el domingo seis de julio de 2009 los mexicanos renovaremos con nuestro voto a la totalidad de los integrantes de la cámara de diputados -aquella histórica LX legislatura de Gamboa, Zavaleta, Larios y compañía-, al tiempo que en algunas entidades federativas se elegirán nuevos congresos locales, ayuntamientos y gubernaturas, es imperativo destacar la trascendencia de este hecho no sólo como un plazo electoral, sino como un puntal en el andamiaje del México democrático que se erige desde las ruinas azules de la ilegitimidad, la impunidad y el engaño.
lunes, 12 de mayo de 2008
¡Una rolita pa mi compa!
Dice el Noroeste de Sinaloa en una nota sobre el "Sangriento 10 de mayo" en Culiacán:
(...)"El último ejecutado, identificado como Jesús Sillas Zepeda, de 35 años, fue asesinado en Gato de Lara, Angostura.
El reporte indica que los sicarios tuvieron tiempo y solicitaron a la banda, que amenizaba el Día de las Madres, que como último deseo, le tocara a su víctima la canción que más le gustaba.
Sillas Zepeda presentó más de 20 balazos."
martes, 6 de mayo de 2008
500 millones de razones para debatir
domingo, 4 de mayo de 2008
¡Tóóóóóómalaaaaa!
domingo, 20 de abril de 2008
Pregunta de examen
¿Puede considerarse alternativo un discurso autoritario de izquierda?
Y contesté: Yo reconsideraría el planteamiento de la pregunta y la reescribiría de la siguiente manera "¿Puede considerarse autoritario un discurso alternativo de izquierda?". Asumiendo las causas que tienen al país en la situación en la que éste se encuentra, ¿qué es más autoritario que el discurso hegemónico del juego de buenos y malos, ricos y pobres o pacíficos contra violentos? En la realidad actual de la política mexicana, la izquierda —sea cual sea— es sinónimo de rijosidad, inestabilidad, violencia callejera, un peligro para México. ¿Qué es más autoritario que dos gigantescos fraudes electorales, represión social, violación sistemática de los derechos humanos, componendas judiciales para exonerar delitos del más alto nivel, represión y censura, asesinatos y un permanente modus operandi basado en la simulación? Cuando las instituciones sólo le sirven a la minoría oligárquica —que monopoliza el interés público y lo privatiza a su favor— no queda más que procurar ejercer métodos alternativos para allegarse de vías para la construcción del poder. Cuando esto ocurre, es tiempo de reevaluar el arreglo institucional y considerar la pertinencia de su función y estructura. Ante el verdadero autoritarismo, proveniente del régimen, las minorías —cuya representación política es aplastada por medio de todas las vías imaginables— no deben quedarse calladas. Quizás en este país estemos acostumbrados a la lucha autoritaria como vía única para dignificar causas y conseguir objetivos específicos. Tal vez por eso detectemos autoritarismo en cualquier viso de alternativa política.
miércoles, 16 de abril de 2008
Papel periódico
El mundo de los medios se está reconfigurando, pero la realidad del diarismo responde a una dinámica particular. Japón imprime los cinco diarios con mayor tiraje en el mundo. Poco más de 50 millones de ejemplares salen de los talleres a las calles japonesas. Aunque en México los cifras son harto distintas, el panorama global es alentador para los periódicos.
En un texto llamado Mediamorfosis de su columna en Milenio diario, Luis Miguel González dice:
"En los próximos diez años la edición impresa seguirá siendo la principal fuente de ingresos de los periódicos. News Media es un caso paradigmático. Es un conglomerado de 57 periódicos. Ha invertido 500 millones de dólares en proyectos de tinta y papel de 2005 a la fecha. Su CEO proyecta que para 2012, cuando menos, dos tercios de sus ingresos provendrán del papel".
Publimetro, El Gráfico, Esto, La Prensa, Metro, Récord, Ovaciones, Reforma, El Universal, La Jornada, Milenio y Excélsior; todos juntos no alcanzan ni el millón y medio de ejemplares impresos al día. ¿Pero qué tal los raitings de la televisión?
martes, 15 de abril de 2008
La montaña rusa de Iván
El affairse Mouriño estuvo en boga durante muchas semanas, mientras la oposición iba ganando terreno en la discusión contra la posible iniciativa de reforma energética que presentaría el gobierno y los supuestos fines privatizadores de ésta.
La discusión está frenada. La parálisis legislativa se superó y ambas cámaras sesionaron hoy en sedes alternas. Ahora el debate es de números: 120 vs 50 días. Cuatro meses contra poco menos de dos. Pero entre días, sedes, protestas, albazos, ayunos, fast tracks, mítines, negociaciones y discursos, parece que las adelitas son ahora el foco de críticas de los exaltados incendiarios de la democracia liberal. De Mouriño ni quién se acuerde.
viernes, 11 de abril de 2008
Congreso clausurado
Dejando de lado el alarmismo y el clima de polarización y encono político, me atrevo a pensar que hemos escalado a un nivel más crítico de la discusión pública. Los hechos como los de ayer en Xicoténcatl y en San Lázaro son parte de la disputa política. Legítima o no, esta fase representa -periodísticamente- un momento histórico en nuestro país. Las pasiones se desnudan, los encarnizadamente incendiarios están de fiesta.
De plano, ayer disfruté el noticiero de López Dóriga. Entró la emisión a las 10:30 en punto (ayer, la novela Alma de Hierro sí terminó a su debida hora) y comenzó con una muy buena crónica de los hechos. Con poco más de 20 minutos corridos, sin ir a pausa comercial y con una editorialización excelsa de la noticia, el equipo de Televisa nos dio una muestra de su manera de operar. Mover sentimientos, generar odios y amores, sensacionalizar y mover a la acción. Hablar por los demás, creerse el portavoz del grueso de la sociedad, sentirse dueños de la opinión pública y confundirla sistemáticamente con la opinión publicada.
Ayer parecía que estaba viendo un canal de un país en guerra civil. No porque haya estado en uno, pero claro que lo que escuchaba salir de la boca de Joaquín me producía una especie de miedo. No por lo que reprochaba la empresa de Azcárraga, sino por la realidad que nos quieren platicar.
Hay que informarse. Leer revistas, prensa todos los días, escuchar los noticieros de radio, navegar en la red y claro, ver televisión. Socializar la información. Platicar con amigos, familiares y compañeros de trabajo o escuela. Hay que sentir la realidad e interpretarla individualmente.
Mismo clima que hace 22 meses. No por el calor, que en el DF ha llegado a los 29°, sino por la incertidumbre social y la permanente batalla político-mediática.
Venga de nuevo... El regreso pujante y enjundioso de la Opinocracia. Aquella que con sus confesiones presume que el golpe de Estado nos alcanzó.
La cereza en el pastel es el comentario de Enrique Krauze en "En la opinión de".
Bueno, y mientras tanto, vamos a ponernos interactivos con esta preguntita. Si fueras editor de un gran periódico, ¿cómo hubieras redactado la cabeza de la nota principal?
jueves, 27 de marzo de 2008
La "Gran Alianza Progresista"
miércoles, 26 de marzo de 2008
Democracia en teoría
El rompimiento general de la ciudadanía contra el régimen priísta a partir del final de la década de los noventas, sentó las bases para reubicar a la sociedad civil y al gobierno en un esfuerzo democrático integral manifiesto en elecciones, participación ciudadana, transparencia, un nuevo arreglo institucional y una distinta forma de legislar y hacer política.
Sin embargo, en esta carrera rumbo al cambio democrático, el gobierno está en deuda con nosotros, la gente, quienes nos hallamos a la espera de una verdadera transformación de actitud por parte de quienes nos gobiernan.
La percepción general sobre los gobernantes es mala. La reputación con la que cuentan los servidores públicos, los legisladores, los jueces, y las policías es ampliamente negativa. La injerencia de los medios de comunicación, el juego de intereses privados dentro del ámbito publico y viceversa, el permanente clima electorero en el que el país está sumido, los conflictos partidistas, la permanente descalificación pública, la corrupción, el tráfico de influencias, el nepotismo, la irrupción del narco en la política, la imposibilidad de acuerdos que faciliten reformas estructurales que beneficien a la gente, y el servilismo mexicano hacia los EEUU, no hace más que perjudicar la idea colectiva de la población acerca de su propio gobierno.
Legisladores locales y federales, quienes reciben un sueldo pagado por los impuestos de los mexicanos, se dedican sistemáticamente a bloquear reformas que pudieran significar un progreso y una mejora a los intereses de la nación y al bien común de su población. Existe un cuidado sistemático en la manera de legislar debido a que muchas discusiones y votaciones conllevan un alto costo político-electoral. El apoyo o rechazo a las diversas iniciativas de ley, depende en su gran mayoría de las decisiones de las dirigencias y cúpulas partidistas.
La votación en bloque ocurre porque así lo permiten los reglamentos de nuestro congreso y nuestros partidos políticos, pero existen temas cuya discusión en cámaras va mas allá de un pleito entre facciones o partidos. Abundan asuntos cuyo debate y posible reforma afectarían los intereses estratégicos de determinados grupos políticos o económicos, y aunque contravengan el interés general, se prioriza el resguardo de estos enormes beneficios por encima del bien común y el progreso de quienes realmente lo requieren.
El sonado caso del desafuero del ex candidato a la presidencia de la república y anteriormente jefe de gobierno de la Ciudad de México, el perredista Andrés Manuel López Obrador en abril de 2005, es un craso ejemplo de esta práctica legislativa. La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión votó con una proporción de tres a uno a favor de levantarle la inmunidad constitucional contra cargos criminales al entonces puntero en las encuestas de preferencia de voto para la elección presidencial que se celebraría quince meses después. Aunque algunos diputados de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional discordaban con el proceso de desafuero, las cúpulas y los coordinadores parlamentarios de los grandes partidos en la cámara baja (en ese momento encabezados por José González Morfín y Emilio Chuayffet, respectivamente) dictaron línea en el asunto, para promover una votación que fuese uniforme a favor del desafuero. Así, López Obrador fue víctima de elucubraciones legaloides, maquinadas por las élites de estos institutos políticos.
En comparación con este ominoso incidente político, es un hecho que dentro del marco jurídico de México, los procesos democratizadores están ocurriendo de manera expresa. El Instituto Federal de Acceso a la Información, la Secretaría de la Función Pública, el Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el COFIPE, los tribunales estatales electorales, las comisiones de derechos humanos, entre otras, son ejemplos de instituciones que deben impulsar con un mayor compromiso el desarrollo de la democracia en nuestro país. El problema radica en los individuos que detentan los puestos de ejecución y administración en estos organismos públicos, quienes parecen no respetar el impulso de este gran cambio.
La población percibe una burla institucional por parte de los políticos, y ello se ve reflejado en la apatía por los asuntos públicos y la abstención electoral. Es triste que nosotros como ciudadanía, estemos acostumbrados a este altísimo grado de corrupción e impunidad, lo aceptemos y lo veamos como un asunto cotidiano que difícilmente podremos castigar.
Una de las vías para lograr la consolidación democrática en nuestro país radica en el cambio de actitud de los políticos en su desempeño. La honestidad, rectitud, humildad, responsabilidad, rendición de cuentas, profesionalismo, y el amor y compromiso por su ciudad, su municipio, su región, su estado y su país, son valores que deben imperar en cualquier gobernante. Finalmente ése es su trabajo.
Este cambio que todos esperamos requiere que la clase política deje de lado sus intereses personales y comience realmente a preocuparse por las necesidades de la gente, de la población general, del mexicano promedio. Ahí radica gran parte de la urgente modificación de nuestra idiosincrasia y de nuestro modo de actuar en política. No dejemos que la democracia quede sólo como una idea o modelo para el desarrollo de nuestra realidad. Llevemos nuestra lucha diaria a las conciencias de quienes nos rodean, hablando, discutiendo y diversificando nuestros puntos de vista. Es un buen comienzo.
miércoles, 13 de febrero de 2008
De las actuales formas de propaganda en México
viernes, 18 de enero de 2008
ARISTIANGUIS
No me queda claro si además de la decisión de no renovar su compromiso profesional, su salida de la titularidad de la emisión matutina de Hoy por Hoy (espacio que dirigió y condujo por cinco años de lunes a viernes, de 6 a 10 de la mañana) esconda otro tipo de razones que debido a la coyuntura, algún sector de la opinocracia considera el hecho como un acto más de represión del gobierno de Felipe Calderón.No es que no me quede claro por necedad ni por ceguera política o ideológica. A lo largo del lustro en que la periodista laboró en la W, nunca criticó la presencia en México del conglomerado español, propiedad de la familia de Polanco. Ella aduce a un acuerdo de no denunciar la violación al artículo 23° de la Ley Federal de Radio y Televisión (que prohíbe la admisión de socios extranjeros en las concesiones otorgadas por el Estado mexicano) en aras de formar parte de un proyecto que subiera el nivel de la radio en el país. O sea, aceptó ser parte de un negocio ilegal, pero como la intención era buena, se sintió justificada.Me queda claro que el problema real radica en la falta de solidez institucional del Estado. Las suspicacias o razones que se manejan en este caso formarán parte del capítulo de transición en la relación entre medios, Estado y audiencia, cuyas razones últimas son la democratización del manejo de la información y la producción de contenidos audiovisuales de verdadera calidad.
En este transitar, hay quienes buscan lucrar políticamente con este controvertido suceso, que dio la bienvenida al turbulento 2008. Simpatizantes del movimiento social de Andrés Manuel López Obrador, personajes ligados a la izquierda y algunos comentaristas, columnistas e intelectuales han manifestado su disgusto tras este altercado entre la periodista y la radiodifusora. No estoy condenando el lucro, de hecho es normal. En toda acción política se persigue el beneficio, pero en este caso, Carmen Aristegui ya dejó de beneficiarse de todo el jaloneo que ha provocado la cesión de su puesto laboral. Quienes están colgándose de la bandera de la libertad de expresión para reactivar la lucha contra el régimen, aprovechan no sólo este caso sino cualquier traspié del frágil segundo sexenio panista consecutivo en la presidencia.Este es el estado de cosas en el país, que desde hace más de cinco años se encuentra sumido en la misma dinámica dialéctica y política. Cobrar mucho, pagar lo menos posible. Aprovechar la circunstancia y extraerle jugo hasta secarla. Comienza a cansar esta realidad de trampas. Es cierto que Carmen se despidió de su audiencia el viernes 4 de enero y que más que dejar claros los motivos por los cuales salía, dirigió un mensaje un tanto ambiguo que dejó confundido a más de uno de sus asiduos radioescuchas y a la opinión pública en general. Pero también es cierto que los temas y el tono de su noticiero molestaban sobremanera a diversos poderosos personajes.A sus 44 años, Carmen Aristegui seguramente tendrá ofertas para volver a la radio, liderando un noticiero que colocará en uno de los primeros lugares de audiencia. El retorno de su voz al cuadrante será un recordatorio permanente para que en los meses venideros, la discusión sobre la nueva ley de medios vaya a fondo e incluya la participación de nuevos jugadores en la televisión nacional que rompa con el duopolio Azteca-Televisa, además de fomentar un reordenamiento de las frecuencias de radiodifusión y una revisión al derecho de las audiencias, entre otros pendientes que urgen.La salida del aire de esta periodista es la coyuntura perfecta que puede servir de escarmiento a los poderosos para que por fin se den cuenta que con leyes claras no hay lugar para malos o buenos. Con leyes justas -como cuando vamos al tianguis- todos salimos ganones.